Altura: unos 1.600 m.s.n.m.
Zona: Entre Suapi y Quellkata

Desde que las primeras lluvias del año se insinuaban tímidamente entre los cerros, ya habíamos empezado a bajar a las quebradas buscando ranas de cristal. Estas ranas, no sólo son mis ranas favoritas, sino unos buenos indicadores de la calidad general del hábitat de los arroyos yungueños.
En Bolivia estas ranas son más bien raras. Los Yungas, son el límite de distribución para esta familia, y aunque el año anterior habíamos buscado mucho, sólo encontramos una población de Hyalinobatrachium carlesvilai al final de la época lluviosa, que hasta que escribo estas líneas no ha vuelto a aparecer (eligen pocas noches para cantar, normalmente entre diciembre y abril, y el resto del año simplemente desaparecen), ojala estos meses pueda reencontrarlas y escribir sobre ellas.

Para empezar la búsqueda este año, decidimos priorizar la zona de Suapi, que no habíamos visitado el año anterior. Elegimos un arroyo precioso a unos 20 kilómetros del pueblo, con un par de kilómetros de aguas calmas, perfectas para caminar sin mucho riesgo de caídas y golpes innecesarios, una zona de noches no demasiado frías a pesar de la altura a la que se encuentra (unos 1.600 metros), y con un hábitat todavía bastante bien conservado, al menos al fondo de la quebrada. Al igual que en muchas otras partes, a media altura, y hasta la cima, los cerros están muy degradados. Esta no es una zona protegida.
Luego de varias visitas, me había sorprendido con la cantidad de vida que se puede encontrar (y de la cual ire mostrando todo lo que se pueda). Muchas especies de aves y reptiles, innumerables insectos y varias especies de ranas, pero fue hace poco cuando empezamos a escuchar unos cantos agudos desde lo alto de los árboles. Buena parte de las noches las empleamos en tratar de identificar qué ranas cantaban desde lo alto, sin éxito. Sólo cuando nos íbamos resignados, aparecieron dos de estas diminutas ranitas, posadas en silencio en una planta a la orilla del arroyo, a unos 60 centímetros de altura.


Resulta que la especie es Hyalinobatrachium bergeri, una ranita típica de Los Andes, al sudeste de Perú, hasta el centro de Bolivia. Es la primera vez que la veía. Viven en arroyos con agua corriente, y se las ve casi siempre encima de las hojas y en los tallos de plantas que crecen sobre el agua. Cantan desde el envés de las hojas y ahí mismo ponen unos 30 huevos en una masa gelatinosa. Cuando los renacuajos están maduros, simplemente se lanzan hasta la corriente, donde terminan su desarrollo.
Normalmente estas ranas necesitan de un hábitat relativamente bien conservado, es decir, agua limpia, mucha vegetación en las riberas, y en general sitios tranquilos sin mucha gente. Así que donde se encuentran, normalmente se puede ver el sistema completo, desarrollándose más o menos libremente. No hay que olvidar que estas zonas permanecen bajo una amenaza constante, ya que no se encuentran amparadas bajo ninguna forma de protección, al menos formal. Este arroyo sin embargo tiene una ventaja potencial, y es la propia gente de Suapi, que si no han acabado con él hasta ahora, tal vez exista la esperanza de confiarle su protección.




Nice post!
Estos sitios son tan increible. Gracias por mostrarlos!
Fantasticas imagenes! Este maravilloso blog es una fuente de conocimientos y arte
las fotos son lindas, la naturaleza aún más… gracias por compartir el Blog. Pasaré la voz y la dirección a otras personas. Un abrazo!!