Mucho se está hablando de la forma en la que el clima está cambiando paisajes por todo el planeta. Las montañas de Bolivia no son la excepción por supuesto. Hace un par de semanas visitamos un río que solíamos frecuentar en la anterior época de lluvias. La sorpresa que no llevamos fue mayúscula.
La época de lluvias en Bolivia solía comenzar tímidamente a fines de septiembre y alcanzar su pico en diciembre, bajando la intensidad en enero hasta terminar a fines de abril. Este año, a principios de diciembre no había caído una gota de agua en muchos sitios, y ya se prevé una de las peores crisis alimentarias de nuestra historia. En los Yungas sin embargo, la cosa estaba yendo un poco mejor, hasta mediados de enero, cuando han empezado algunas lluvias extremadamente fuertes.
El problema no es estrictamente climático claro, las interacciones entre la caótica estación de lluvias, las quemas de bosques y los monocultivos han provocado esto:


El pequeño río por el que habíamos caminado innumerables veces estaba totalmente transformado, pero lo impresionante no es la cobertura vegetal previsiblemente removida por la corriente, lo impresionante es la increíble cantidad de sedimento que se ha depositado, tanto que en algunos puntos, el río ahora corre casi dos metros por encima de donde corría!
Caminamos un buen rato hacia arriba sin ver un alma, sobre un mar de piedras muertas, que literalmente habían invadido los bosques en torno al río, y todavía nos preguntamos qué puede provocar semejante movimiento de tierra. Este año hemos visto muchísimos derrumbes serios en zonas donde hay plantaciones de coca y arroz. El Cambio Climático está afectando primero estas tierras cuyo bosque ha sido arrebatado, que son casi un símbolo del atrevimiento ciego y estúpido por superar un pasado de pobreza, que ahora amenaza con llevarnos a un futuro de pobreza.
as if!
¿y esto había pasado entes?