La presa de Inambari, iba a ser uno de esos proyectos que parece que van a realizarse, no importa cuánto se haga para evitarlo. Pero ayer el gobierno del Perú dio marcha atrás, y si ellos pudieron, pareciera que nosotros podríamos parar la construcción de la carretera del TIPNIS, o la presa del Bala.
En fin, que son buenas noticias, aun que a medias. La presa iba a cortar en dos una importante carretera e inundar una extensión enorme de zonas cultivadas, por lo que los intereses contrapuestos a su construcción son enormes y muy complejos. Tampoco se trata de una victoria definitiva. Si algo hemos aprendido de este lado del Lago, es que este tipo de proyectos no se cierran por completo. Será hasta que Brasil realmente necesite la cuota de energía que la presa iba a proveerles.
Lo que realmente es importante de esta decisión, es la reivindicación del Derecho a Consulta, Derecho que en el Perú no se ha aplicado apropiadamente en casi ningún caso importante del último tiempo, y lamentablemente aquí, al parecer tampoco.
Si se pudo!
🙂