Consideraciones: El TIPNIS y la pertinencia de algo como una bancada

Si has seguido la actualidad de Bolivia, o has visitado el blog durante el 2011, te has enterado del TIPNIS, una gran reserva natural Megadiversa que es amenazada por la construcción de una carretera que abrirá las puertas a los asentamientos de grupos de productores de coca aliados del gobierno. Te habrás enterado también de la VIII Gran Marcha por la Dignidad y la Vida, que realizaron los indígenas habitantes del TIPNIS para evitar que la carretera sea construida, y que luego de los 65 días más difíciles de sus vidas (incluyendo el episodio de represión más cobarde que se recuerde en décadas), lograron una ley que detenía la construcción de la carretera, y declaraba la “intangibilidad” de la zona.

Hoy el Gobierno contraataca y demuestra que no va a dar su brazo a torcer en sus intenciones desarrollistas. Ha montado una “Contramarcha” a favor de la carretera con las comunidades cocaleras asentadas en el área protegida, además de algunas comunidades indígenas (agrupadas en torno al CONISUR) que optaron voluntariamente por producir coca ilegal, y no pertenecer al Territorio Comunitario de Origen TCO-TIPNIS, y están buscando hasta debajo de las piedras, mecanismos que le permitirían al Evo construir finalmente su carretera, con las desastrosas consecuencias ambientales previstas, y por supuesto pasándose por el forro todo el entramado legal nacional, incluyendo la Constitución que el gobierno mismo aprobó, y que costó tanta sangre de tantos bolivianos.

¿Pueden estos dos párrafos resumir la increíblemente compleja realidad actual de la lucha indígena en Bolivia? Espero que al menos sirvan para que te interese un poco el resto de la entrada.

Sucede que hasta antes del conflicto del TIPNIS, el Gobierno Nacional mantenía una aceptación popular sin precedentes en Bolivia. Aun luego del anuncio de un incremento en el precio de la gasolina, que tuvo que ser revertido gracias a la insurrección popular. Aun luego de promover unas muy cuestionadas elecciones que le daban el control del poder judicial, según muchos, de forma cuando menos ilegítima. Aun luego de que sea tan evidente que la actividad del narcotráfico se va implantando en todos los niveles de la sociedad boliviana. Aun así, el gobierno del Evo, seguía siendo un gobierno fuerte.

Luego llegó la Gran Marcha. Ésta sería la acción que iba a hacer que la popularidad del presidente -siempre sobre el 50%, hasta en los momentos más críticos-, se desplome a menos del 30%, su mínimo histórico, gracias sobre todo al apoyo y la solidaridad de cientos de miles de ciudadanos bolivianos, y especialmente paceños, de clase media, la mayoría no representada en ninguna organización social, y que despertaron a la vida política acompañando los pasos de los indígenas. Como en un juego de ajedrez, donde cada uno mueve sus fichas por turnos, el turno que le toca ahora al gobierno puede ser el más arriesgado de todos.

Hasta antes de la Gran Marcha, todos los problemas nacionales se mantenían controlados bajo el manto del “Proceso de Cambio” que ha conseguido logros realmente importantes. Mejoró la salud, el ingreso de las familias, redujo la pobreza, pero a la larga el costo de todo esto terminó siendo reproducir y digamos, perfeccionar, un modelo económico y social, que consideramos insostenible, y que se supone que debíamos abandonar. Es decir que nos vendieron una dignidad nacional y un discurso, que luego ellos mismos destruyeron, y con ellos, cualquier asomo de cambio real y duradero.

Probablemente nunca sepamos cuál es la verdadera motivación del presidente para construir “sí ó sí” esa carretera. Una cosa es segura. Se está jugando el logro de los pueblos: Un gobierno con cara boliviana, con acento boliviano y con alma boliviana, que ahora, a ojos de muchos de nosotros, está preso de unos pocos sindicatos de productores de coca del Chapare, desperdiciando su oportunidad de dar al mundo una lección de humildad y demostrar que hacer las cosas “de otra manera” era posible. Eso es lo que perdimos, y esa pérdida no se hizo tan patente hasta la Gran Marcha.

Desconocer el logro legítimo de amplios sectores de la población boliviana -no sólo indígena-, es extremadamente riesgoso e irresponsable. Mientras escribo estas líneas, el Gobierno aprueba una arbitraria nueva ley de consulta, escrita con los representantes de los cocaleros que habitan el área protegida, y que todos sabemos oscura, tramposa y fácilmente manipulable. En tanto la Central de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano CIDOB, hace el llamado a la NOVENA MARCHA, y llama a movilización a todos los sectores que les apoyamos originalmente.

El gobierno insiste en legitimar su opción y sus interlocutores prefabricados. Aun luego de que se haya probado que sólo unos pocos integrantes de la marchita del CONISUR son indígenas, que además repudiaron su condición e identidad vendiendo sus tierras a los cocaleros que ahora pareciera que les obligan a marchar. Aun cuando les llueven las pruebas de extorciones y amenazas. Aun luego de que importantes sectores indígenas de estos medio-marchistas han abandonado este sinsentido gubernamental. Aun luego de querer vernos las caras de imbéciles a todos. Aun así el gobierno Insiste. Ciego, en su carrera autodestructiva.

Pero lo realmente inexplicable es que a pesar que el MAS (el partido de gobierno), controla desde 2009 dos tercios de la Asamblea Legislativa. Esa mayoría, como no ha habido en toda la historia democrática nacional, ha sido incapaz de desactivas los conflictos sociales y debate fue trasladado a las calles. ¿Es que el gobierno no se fía de sus propios asambleístas, que debe movilizar a sus bases? Lo que pasa es que la propia constitución les quita la razón y eso parece intolerable. Por eso las leyes y la institucionalidad han sido ejecutadas por el bien del “proceso de cambio” y la Asamblea es usada contextualmente para legalizar lo ilegalizable.

En un intento de “re-institucionalizar” el debate del TIPNIS, la CIDOB y su contraparte de tierras altas, la CONAMAQ, han llamado a los asambleístas indígenas a defender la causa, y alejarse del MAS, creando una pequeña “Bancada indígena” (suficiente para quitarle los dos tercios al gobierno, lo que explicaría que no hayan podido modificar la ley de protección del TIPNIS, y hayan tenido que crear otra ley contradictoria, dilatando y efectivamente ampliando el conflicto). Pero ¿Qué pasa con la voluntad de los otros miles y miles de bolivianas y bolivianos que hemos dicho NO a la carretera en octubre y que no nos debemos a ninguna organización social/sindical?

Parece improbable que durante esta gestión el conflicto se solucione en las cámaras de la Asamblea. Seguiremos saliendo a las calles para evitar el avasallamiento y seguiremos defendiendo en todo foro a nuestra Madre Tierra. Pero pronto, muy pronto deberá surgir un mecanismo que nos represente en la Asamblea Plurinacional, alejado de las ambiciones de la zombificada derecha nacional, que se levanta de la tumba ante al expectativa de que “alguien más” le haga el trabajo, que en su inconmensurable irresponsabilidad son incapaces de realizar. Una bancada indígena debería ser sólo el primer paso de un esquema institucional amplio, indígena/urbano, capaz de encausar al gobierno en la ruta del respeto de todas las formas de vida, del Nuevo Desarrollo. Esta es, desde las ciudades, nuestra marcha propia, la que tendremos que empezar a caminar.

TIPNIS RESISTE!!!

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6 comentarios sobre “Consideraciones: El TIPNIS y la pertinencia de algo como una bancada

  1. uds diran que son ambientalistas,.yo al leer y analizar las conclusiones, solo veo una patoteada por cierto muy racista, que no acepta a los indigenas, pero los pone de bandera, que cretinada, el unico fib que aqui interesa es voltear a este gobierno que tanto odian, y yo que soy muy malpensado veo que se pretende retornar a un nuevo Gonzales de Losada…mirense en un espejo, si ven las facciones y la piel de un terrateniente croata, continuen, pero el que vea rasgos indigenas o piel no demasiado blanca, ese que piense un poco, porque esta traicionando lo propio. los saludo muy cordialmente, y espero poder seguir haciendoles mis comentarios

  2. Hola Ricardo. Hombre por supuesto que puedes seguir escribiendo en mi Blog. De hecho entiendo bien lo que dices y creo que se refleja bastante en una parte de un movimiento increíblemente plural. Por otro lado, temo que no entiendo a quien te refieres cuando escribes, este es un Blog de una sola persona, y la opinión que aquí ves es la mía solamente.

    Por cierto que el que te escribe ha apoyado a la causa indígena mucho tiempo, durante el «neoliberalismo» los militares me han roto dos costillas a palazos, y lamentablemente he apoyado con lo que he tenido a mano a este gobierno, hasta que consideré que no se podía defender lo indefendible. En todo caso, siempre haré lo que crea correcto y si en un tiempo más creo que apoyar de nuevo a este gobierno es lo correcto, lo voy a hacer muy contento. Hoy es que simplemente me toca estar del otro lado, de lado que considera que quien traicionó lo «suyo» es nuestro presidente, que aun que no creas, me pacerá siempre, miles de veces mejor que cualquiera de los payasos que nos han gobernado antes, y que ya sabemos que no van a volver.

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