Ranas asombrosas en Incahuara

Si bien el fenómeno de declinación global de anfibios a golpeado también a las ranas de torrentera, Hyloscirtus armatus, (de hecho se encuentran ahora mucho menos que hace un par de años), aun es posible encontrarlas en yungas con cierta frecuencia. Claro, siempre y cuando el arroyo conserve buena parte de su vegetación original.

El arroyo de incahuara presenta un estado de conservación relativamente bueno, pero en deterioro, especialmente en la zona de influencia del pueblo. De hecho todo el valle esta fuertemente impactado por las deficientes prácticas agrícolas, desde hace ya muchos años.

Al igual que otras ranas que viven en zonas de montaña, hyloscirtus presenta grandes variaciones en los colores. Así, se las encuentra pardas, amarillas, naranjas, verdes, con manchas, sin manchas, en una variedad infinita de combinaciones. Esto le ha valido cierta fama de enredo taxonómico, es decir, que nadie apuesta por que realmente se trate de una o varias especies. De hecho se han anotado varias poblaciones dispersas que son suficientemente diferentes y suficientemente estables (todas las ranas de esas poblaciones son más o menos iguales y más o menos diferenciables de otras) como para que se considere estudiarlas.

Esta es la primera rana de torrentera que encontré en el arroyo de incahuara. Casi seguramente se trate de un subadulto, que ya presenta los colores brillantes, pero aun no le han crecido unas estructuras como pequeñas espinas en el pecho, gracias a las cuales reciben el nombre "armatus"
Así es como se ve un adulto de Hyloscirtus en Incahuara. Con su 8 ó 9 centímetros, son además ranas que inspiran respeto.
Incluso los ejemplares más jóvenes se ven ligeramente distintos de sus contrapartes de otros arroyos.

En 2009 encontré una población de ranas de torrentera notablemente coloreadas de amarillo y negro, y con los ojos de color rojo brillante. Las encontré durante el día en el fondo del arroyo que cruza el pueblito de Incahuara de Khullu Kuchu, entre las piedras y las algas, y aun que he vuelto varias veces a ese sitio, no las he vuelto a ver así, sino siempre de noche, ocultas entre la vegetación de las orillas desde donde se las escucha cantar muy esporádicamente, y casi podría apostar que de forma diferente a otras hyloscirtus que conozca.

Las culebras sipo (chironius sp.), son diurnas y usualmente arboricolas, excepto cuando bajan a los arroyos y pozas en busca de ranas, por lo que es frecuente encontrarlas entre la vegetación de las orillas. Esta la vi sumergirse en el arroyo y meterse entre la capa gruesa de hojas que se deposita al fondo, y ahí se quedo por unos diez minutos, al parecer no encontró nada interesante. No son venenosas, pero sí muy agresivas cuando se sienten amenazadas.

Poder grabar ese canto tan difícil, ayudaría realmente a identificar estas ranas de Incahuara como una especie separada o una población «diferente» de H. armatus, pero la zona se ha vuelto inestable e insegura, así que mientras vemos la forma de volver, les he mostrado algo de lo que tengo de estas maravillosas ranas.

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