Una nueva caracolera

Así se ve la nueva caracolera de yungas. este es el segundo ejemplar encontrado, donde se ven claramente las manchas cafés del dorso, muy típicas de este tipo de serpientes.

Las culebras caracoleras del género dipsas son habituales en los bosques tropicales y subtropicales de toda América del Sur. La mayor parte son habituales representantes de la fauna de cada sitio donde habitan, pero hay algunas que son un verdadero misterio. A fines del año pasado les adelanté sobre un hallazgo realmente muy afortunado. En octubre encontramos una especie de caracolera muy rara, diferente a cualquiera que hayamos visto antes, muy probablemente una especie nueva para la ciencia. Hace una semana tuve la increíble suerte de ver un segundo ejemplar de esta especie. Como ha pasado antes, no colecto los especímenes que voy encontrando, y eso significa que tal vez esta serpiente nunca tenga un nombre. Esto por supuesto ya no me quita el sueño.

La nueva caracolera se distingue por su coloración marrón con un patrón de manchas oscuras en el dorso y unas manchas amarillas notorias a lo largo del cuerpo, a ambos lados de las escamas del vientre (En el primer espécimen que encontramos las manchas del dorso apenas resultaban evidentes, en cambio son evidentes en el segundo ejemplar). Esta especie también es más robusta que cualquier otra dipsas que haya visto y tiene los ojos más espectaculares que cualquier otra culebra de la zona. Se trata de una especie trepadora, más bien lenta y docil, que se hace un nudo y esconde la cabeza cuando se siente amenazada, y no intenta morder.

El comportamiento defensivo de esta especie es también muy poco común en las serpientes que haya visto en la zona. Este ejemplar se enrolla entorno a su cabeza, mientras sigue colgada de la rama donde fue encontrada
Apenas se notan las manchas dorsales en el primer ejemplar encontrado. de cualquier forma, se trata de una especie que pasa muy desapercibida en el ambiente donde habita.

Como todas las serpientes de su género, está especializada en comer caracoles y gusanos, presas abundantes en los ambientes boscosos donde vive. Ambos especímenes los encontré en torno a la carretera antigua a Coroico, entre los 1850 y 1950 metros de altura. La región esta cubierta de bosque secundario relativamente reciente, mejor conservado en las quebradas que en las laderas. El piso esta cubierto de helechos y musgos en la mayor parte, y los árboles, sin estar desarrollados del todo ya cubren toda la ladera.

Caracoles y babosas hay muchas en los bosques de montaña, algunos ejemplares de caracol pueden ser tan grandes como el puño de un adulto, y algunas babosas medir casi 30 centímetros.
Un vistazo al hábitat de esta nueva caracolera.

Si bien la región donde se la halló es parte del área de amortiguamiento del Parque Cotapata y en principio no parece que la zona vaya a cambiar de uso seriamente, a gran escala todas las selvas de montaña en Bolivia están sufriendo un nivel de presión sin precedentes por la proliferación de cultivos de coca y el desmonte para la cría de ganado. Haber encontrado esta culebra y tantas otras especies raras o nuevas, de las que hemos hablado aquí, muestra lo limitado de nuestro conocimiento, y la urgencia que tenemos de aprender sobre ecosistemas tan frágiles y al mismo tiempo tan ricos como Los Yungas.

Se aprecian en ambos ejemplares unos puntos y manchas amarillas notorias, resaltadas por estar rodeadas de un marrón más oscuro que el del resto del cuerpo.

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4 comentarios sobre “Una nueva caracolera

  1. Me parece muy interesante este escrito, y tambien tu pensamiento con relacion a la colecta, pero sin una revisión mas exhaustiva de los ejemplares (conteo de escamas,medidiciones, etc ) me parece un poco apresurado colocar en el titulo que se trata de una especie nueva.

    1. Gracias José. Si es cierto que se trata de una probabilidad, sobre todo a falta de especímenes colectados. Pero sí que se ha revisado ambos ejemplares, el primero junto con Steffen Reichle de hecho. La única especie de dipsas anotada para la zona es D. peruvianus, y esta no es, así que con toda seguridad es nueva para Yungas, pero tampoco concuerda con otras en zonas cercanas de Perú y Argentina. Por supuesto que habrá que colectar varias serpientes para poder decir esto en una revista científica, y supongo que un equipo de biólogos podría hacerlo (yo no), sin embargo en nivel de certeza al respecto es muy alto, y pasa lo mismo con otras que hemos encontrado, una atractus y una oxyrhopus que esta siendo descrita ahora mismo de otra zona. Con otras serpientes que he encontrado, no tengo esta certeza y están señaladas como no identificadas, incluyendo una chironius, una tachymenys, otra atractus y otra dipsas. Pero mi argumento central es justamente poder despertar el interés de los biólogos para realizar el trabajo de campo necesario, y puedo asegurarte que no suelto estas cosas a la ligera. Ahora, si tu me puedes ayudar con al identificación de algunas de esas serpientes que te comenté antes, te lo agradecería mucho.
      Saludos!

  2. Las caracoleras que he visto en Colombia no tienen ese diseño, en particular la banda amarilla en el vientre, ni el iris. Pero el comportamiento defensivo si lo documentaron en Dipsas sanctijoannis

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