El género Potamites, comprende nueve especies de lagartijas semiacuáticas, asombrosamente bien adaptadas a vivir en los arroyos de las montañas tropicales, desde Costa Rica hasta el centro de Bolivia. Tienen una preferencia por cursos de agua abundante, muchas rocas grandes, y fuerte torrente. En Bolivia se ha anotado la presencia de dos especies, P. ecpleopus, y P. ocellatus, ésta última, endémica del país.

En general son animales muy raros, con pocos registros en su rango de distribución, por eso, encontrarme con cuatro ejemplares en dos arroyos de montaña de Caranavi, fue una enorme sorpresa, pero aun más lo fue experimentar su particular estilo de vida. Estas lagartijas viven literalmente bajo el torrente, usando las grietas de las rocas grandes para ocultarse y dormir; un sitio que pocos considerarían apto para un reptil, y que exige mucho, físicamente, para lograr una buena foto. Cuando se les molesta, simplemente saltan al agua, se sumergen y nadan hasta otra roca grande o hasta la orilla con una facilidad difícil de concebir, considerando que estos torrentes podrían arrastrar sin problemas a una persona.


No son muchos los animales que comparten este tipo extremo de vida, destacan las ranas del género hyloscirtus, un grupo de anfibios que han sido muy afectados por el hongo quítrido que les ha hecho desaparecer de varios sitios donde eran comunes. También una especie de sapo, que podría tratarse de una nueva especie para la ciencia… y un curioso escorpión de pinzas claras, que he visto a menudo (y únicamente) entre el musgo de las piedras que quedan directamente sobre el torrente, o en las orillas muy húmedas, y expuestas al agua que llega desde las pequeñas cascadas.