Hace realmente poco que se ha creado formalmente el Parque Nacional Yaguas. Un área de más de 800.000 hectáreas que protege algunos de los bosques con mayor biodiversidad de la Amazonía peruana, y promueve el mantenimiento y reproducción de algunos servicios ambientales de vital importancia para la economía rural de amplias zonas de Perú y Colombia. Una gran victoria para el sentido común, tan escaso en estos tiempos.

La creación del área reservada responde a un proceso largo y complejo para reducir la incidencia de actividades ilegales de tala y minería de oro, que tienen fuertes consecuencias sobre los pueblos indígenas que habitan en la región. Un proceso complicado aun ahora por la superposición de derechos de territorios ancestrales en la cuenca del Yaguas e intereses locales, que estoy seguro que serán superados de forma exitosa.

Mi más fraterno agradecimiento al pueblo de Perú por su compromiso con que las cosas se hagan correctamente, un ejemplo al mundo que lamentablemente se ve muy poco por aquí.