Desde el primer gobierno del Movimiento al Socialismo, en 2006, avanzó en Bolivia un proceso lento de desmantelamiento y desinstitucionalización de las Áreas Protegidas nacionales, impulsado directamente desde el poder central, con el claro objetivo de repartir las tierras y recursos que ahí se encuentran, entre grupos de poder (sindicatos agrarios, cooperativas mineras y otros), que luego apuntalarían la votación rural de Evo Morales.

Pero esta semana, aceleraron el proceso que no pudieron terminar antes, gracias a la acción de miles de bolivianas y bolivianos agradecidos con sus guardaparques y su heroico trabajo en las 22 áreas protegidas de interés nacional.
El director del SERNAP (la organización que gestiona las áreas protegidas en Bolivia), Teodoro Mamani, un dirigente de sindicato agrario, acusado de corrupción, ha despedido a los jefes de seguridad de varias áreas protegidas de enorme importancia, así como a guardaparques con décadas de experiencia. Casualmente, aquellos que habían denunciado los asentamientos ilegales en el Parque Tunari; la minería ilegal cerca del Parque Madidi; los cultivos ilegales de coca en el arque Carrasco; y los avasallamientos en TIPNIS.

La nueva gente en esos cargos, seguramente facilitará la modificación de las protecciones, que permita la expansión descontrolada de la frontera agrícola y los asentamientos mineros, así como de la exploración y explotación de hidrocarburos, en algunas de las zonas más biodiversas del mundo. Porque se entiende que esa es la única estrategia de un gobierno sin rumbo, que en 100 días ha perdido por completo el control del país, y deberá encontrar refugio en los avasalladores y en los represores.
Aquí puedes descargar el pronunciamiento oficial de los guardaparques de Bolivia. Ayúdanos a denunciar este hecho.