El 2 de marzo de 2016, en un lugar llamado La esperanza, personas armadas se metieron en la casa de Berta Cáceres y la mataron de varios disparos. Tenía cuatro hijos. El crimen pronto adquirió relevancia internacional, Berta había ganado poco antes el premio Goldman Environmental Price, el más prestigioso para activistas ambientales. La victoriaSigue leyendo «Reflexiones sobre el Acuerdo de Escazú, o el primer intento regional de proteger a nuestros protectores.»